El Real Madrid volvió a mostrar la misma cara y volvió a pedir la hora. Dominaron desde el primer momento en que el balón comenzó a rodar por el estadio El Prado, pero no fue hasta el final de la primera mitad que se adelantaron en el marcador. Primero con un penalti que transformó Mbappé desde los once metros, después con un gol en propia puerta de Farrando. Con una ventaja de dos goles en la primera parte, los blancos tiraron de solidez para mantener el resultado durante los segundos 45 minutos. Pero en el 80, Nahuel Arroyo recortó distancias para poner contra las cuerdas a los blancos. Unos minutos después, Mbappé volvió a ver portería, pero de nuevo el Talavera recortó esa ventaja para dejar al Madrid pidiendo la hora.
Los blancos llegaban a la cita con el Talavera con necesidad de sumar una sólida victoria. Desde hace tiempo, los de Xabi Alonso no son capaces de convencer a la grada ni a la directiva sobre el terreno de juego, a pesar de que en muchas ocasiones cierren el duelo con los tres puntos, como en el encuentro ante el Alavés. Con ese sabor agridulce aterrizaban en Copa del Rey, donde cualquier error podría sentenciarles en la competición y acabar con el técnico donostiarra.
Los de Xabi Alonso saltaron al campo de El Prado con una imagen renovada protagonizada por los jugadores del filial como David Jiménez y con futbolistas que no suelen disfrutar de tantos minutos como Ceballos, Gonzalo o Endrick. Los cambios surtieron efecto. Los blancos se hicieron los dueños del balón y del partido. Las ocasiones se sucedieron por parte del Real Madrid, que lo intentaba una y otra vez con Mbappé liderando el ataque. Gonzalo y el joven brasileño se unieron a él por las bandas, en un acoso y derribo que fue el juego de los blancos contra la portería de Jaime González. Pero el balón no terminaba de entrar en la portería toledana.
