El Real Madrid se presentará el domingo en el clásico con pleno de victorias en la Champions (tres de tres) tras ganarle hoy al Juventus por la mínima en el Bernabéu en otro ejercicio de desgaste, una victoria más esforzada que brillante ante un equipo en horas bajas que vino a defender el empate a cero como un tesoro.
La solvencia es ahora lo mejor de este Madrid en fase de construcción que no enamora demasiado con su juego pero que solo ha dado un gatillazo, el del Metropolitano. Está lejos de intimidar en Europa. Sobrevive, además, amparado en Courtois. No hay partido en el que el portero belga no acabe salvando los muebles.
El Madrid sometió al Juventus salvo en los minutos finales, en los que los italianos se volcaron a la búsqueda de un empate que no habían merecido. A los blancos les costó un mundo superar el bloque bajo del Juventus, que se defendía con ocho y nueve jugadores en el área.


