La selección brasileña de fútbol profundizó su actual crisis deportiva con un hito negativo sin precedentes: perdió por primera vez en la historia un partido ante Japón. El equipo dirigido por Carlo Ancelotti estaba 2-0 arriba en el amistoso disputado en el estadio Ajinomoto de Tokio, pero después de un par de bloopers insólitos los orientales llegaron a la igualdad y lo terminaron dando vuelta 3-2. Este resultado generó críticas en los medios brasileños pensando en la Copa del Mundo 2026, sobre todo al defensor Fabrício Bruno, quien cometió un grave error en el descuento japonés y marcó en propia meta en el empate parcial.
La reacción de Japón en la segunda mitad del partido ante Brasil transformó por completo el desarrollo del encuentro, dejando atrás la superioridad inicial del equipo sudamericano y sorprendiendo a los más de 44.000 aficionados presentes. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti había mostrado un dominio claro en la primera parte, pero tras el descanso, la dinámica cambió de forma radical.
Durante los primeros 45 minutos, Brasil presentó una alineación notablemente distinta respecto a la utilizada en la goleada frente a Corea, enfrentándose a un rival japonés que demostró mayor solidez técnica y una estrategia defensiva orientada al contraataque. La primera ocasión de peligro la generó el equipo asiático en el minuto 21, cuando Ueda desvió un disparo de Minamino y el balón pasó muy cerca del poste derecho defendido por Hugo Souza.

