La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aclarado que no existen evidencias científicas sobre una posible relación entre el consumo de paracetamol en el periodo del embarazo y el autismo, como lo ha dejado a entrever el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, el mandatario estadounidense ha aconsejado limitar el uso del Tylenol (marca comercial del Paracetamol en Estados Unidos) en mujeres embarazadas y recién nacidos, asociando directamente el medicamento como causante de autismo.
«No lo tomen» y «no se lo den a su bebé», dijo Trump durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca dedicada al autismo, uno de los temas que más le preocupan.
La OMS recordó que cualquier medicamento debe utilizarse con precaución durante la gestación, especialmente en los primeros meses y siguiendo los consejos de un médico o personal de la sanidad.
«Ha habido algunos estudios observacionales que han sugerido una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén o paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente. Varios estudios realizados posteriormente no han encontrado tal relación, y si el vínculo fuera fuerte, probablemente se habría observado de manera consistente en múltiples estudios», declaró en Ginebra el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
Mientras tanto, el director de la división de ética médica de la Universidad de Nueva York, Arthur Caplan, ha considerado las declaraciones del presidente como «peligrosas» y plagadas de «información falsa».
«Me preocupa que las embarazadas se sientan culpables por tomar Tylenol. Sentirán que le fallaron a sus bebés al intentar bajar la fiebre. Eso no es justo, y nadie debería sentirse así», pormenorizó Caplan a la AFP.

