La mañana de este 15 de septiembre, el cerro Juana Laínez se llenó de patriotismo con el estruendo de los siete primeros cañonazos que anunciaron la llegada de las fiestas de independencia.
Cada detonación resonó en el cielo de Tegucigalpa como un recordatorio de la libertad conquistada en 1821 y un llamado a la unidad nacional.
Este tradicional acto, presenciado por autoridades, estudiantes y familias hondureñas, marcó el inicio oficial de las celebraciones cívicas que conmemoran la independencia de Centroamérica, envolviendo la capital en un ambiente de orgullo y fervor patriótico.

