Diez de los 16 estadios que albergarán los partidos del Mundial de fútbol de 2026, en Estados Unidos, Canadá y México, superan ya los límites de seguridad para jugar debido al calor.
Los actuales niveles de calor y las proyecciones hasta 2050 suponen, dice el análisis, que la próxima «podría ser la última Copa del Mundo en la región» de Norteamérica, al menos con el presente modelo de calendario estival, el tipo actual de infraestructuras y los escasos protocolos climáticos.
«Los riesgos climáticos pueden demandar un planificación muy distinta de cuándo, dónde y cómo se juegan los partidos», añade el informe ‘Pitches in Peril’ (Canchas en peligro), elaborado por las ong Football for Future y Common Goal y por la empresa de análisis de riesgos climáticos Jupiter Intelligence.
Los autores dividen los días en ‘jugables’, ‘jugables tras adaptación’ e ‘injugables’ y señalan que en este 2025 el estadio de Houston ya tiene 51 días ‘injugables’. Son 33 en Dallas, 17 en Kansas, 9 en Atlanta y Monterrey, 8 en Miami, 7 en Filadelfia, 3 en Nueva Jersey, 2 en Boston y uno en Los Ángeles por temperaturas superiores a 35 grados WBGT, índice de estrés térmico que evalúa el calor que percibe una persona.
Lo autores del informe consideran que el fútbol puede liderar la lucha contra el cambio climático por su capacidad de llegar a gobiernos, ciudades, sociedad civil y aficionados.
«Los torneos ofrecen una oportunidad única para poner a prueba ideas audaces, generar apoyo público y modelar una transformación sistémica», afirman. EFE

