Los países de Arabia Saudita y Qatar se han mostrado dispuestos a invertir en una zona económica en el sur de Líbano con el fin de generar empleo para los miembros del grupo miliciano Hezbollah y sus seguidores tras la entrega de sus armas, según el enviado del presidente Donald Trump para Oriente Medio, Tom Barrack.
El funcionario norteamericano ha llegado este martes a Beirut después de visitar Israel y Siria, donde se reunió con autoridades para abordar la situación en Líbano.
La visita de Barrack se da tras la decisión del gobierno libanés de desarmar a Hezbollah antes de finalizar este año.
Mientras tanto, el líder de Hezbollah ha rechazado el plan del gobierno de Líbano y ha asegurado que no entregará las armas.
El ejército libanés, respaldado por Estados Unidos, trabaja en un plan para el desarme de Hezbollah, cuyo diseño deberá completarse para finales de agosto.
Cabe señalar que el gobierno tiene prevista una reunión el 2 de septiembre para debatir y votar dicho plan.
ʺTenemos que hacer que el dinero entre en el sistema. El dinero vendrá del Golfoʺ, ha dicho Barrack, refiriéndose a Qatar y Arabia Saudita como socios dispuestos a financiar el proyecto en el sur de Líbano.
El enviado del presidente Donald Trump estima que unas 40 mil personas reciben pagos de Irán por su participación en la milicia y ha insistido en la necesidad de ofrecer alternativas económicas.
ʺ¿Quitarles el arma y decir ‘buena suerte plantando olivos’? Eso no puede pasarʺ, ha puntualizado.
Un informe de Amnistía Internacional ha identificado más de 10 mil edificios gravemente dañados o destruidos en el sur de Líbano entre octubre de 2024 y enero de este año.
Amnistía ha alegado que las fuerzas israelíes podrían haber vulnerado el derecho internacional al destruir propiedades civiles mediante explosivos y maquinaria pesada tras el cese de los combates activos, cuando ya no existía una ʺnecesidad militar imperativaʺ.
