Autoridades antimaras y pandillas, lograron ubicar y capturar a dos peligrosos miembros de la estructura criminal conocida como ‘Los iluminati’, quienes se habían consolidado como una de las principales amenazas para transportistas, comerciantes y emprendedores de la capital.
De acuerdo con las investigaciones, estos individuos mantenían el control extorsivo en al menos 30 puntos de transporte público de Tegucigalpa y Comayagüela.
Además, tenían bajo su dominio a decenas de pequeños comerciantes y emprendedores, a quienes exigían pagos semanales bajo intimidaciones directas de muerte, asegurando que conocían en detalle la vida familiar, económica y social de cada una de sus víctimas.

