La final de Roland Garros 2025 siempre será un recuerdo especial en la memoria de Carlos Alcaraz, una remontada épica en más de cinco horas ante su rival que no hubiera sido posible sin una mentalidad de resistencia que pocos jugadores tienen en el mundo. Ahora, meses después, el español ha dado la clave sobre lo que le hizo ganar esa final, la «debilidad» mostrada por Sinner.
Sobre la final de Roland Garros contra el número uno del mundo, en la que remontó dos sets a cero y estuvo 5-3 en el cuarto set y 0-40, el de El Palmar recuerda en una entrevista ofrecida a Financial Times que «simplemente» se centró «en remontar poco a poco». «Cerrar un Grand Slam es muy, muy difícil, así que sabía que tendría oportunidades y por eso mantuve la calma porque sabía que no iba a ser fácil para él», subraya.
«En ningún momento dudé de mi remontada, pero obviamente hay que mostrar confianza en uno mismo en todo momento porque en cuanto muestras debilidad ante el otro, ya está, estás perdido», sentencia el ganador de cinco ‘Grand Slams’.
Además, Alcaraz habló de la rivalidad que mantiene con Sinner y el atractivo que esto genera en el público. En este sentido, cree que a la gente le gusta que haya «fricción» entre ambos tenistas, los cuales guardan una gran relación, porque «es lo que vende». «Jannik y yo, que hemos tenido grandes batallas en la pista, nos vemos mucho fuera de ella y al final se forja una buena relación. Queremos ganar y vencernos, pero fuera de la cancha, ser buenas personas y llevarnos bien es otra historia, y para mí, esa es una de las virtudes y valores del deporte», zanja.
Eso sí, lo que quiso dejar claro es que no quiere comparaciones entre su rivalidad y el ‘Big Three’: «El tenis siempre ha tenido grandes rivalidades y grandes jugadores. Es un privilegio que la gente vea nuestro juego de esa manera, con tanto entusiasmo, pero al final no tenemos ninguna obligación de hacer lo que ellos han hecho, ni mucho menos.
Si no te mantienes firme en tus ideales, en lo que quieres, esa presión te puede devorar y hay que saber diferenciar. Intentamos no pensar en ninguna presión y mucho menos en hacer lo que ellos hicieron», culmina.


