La importación de aguacate procedente de Nicaragua, sumada a una baja en la demanda local, ha provocado una drástica caída en los precios del producto en el mercado hondureño, generando preocupación entre los productores.
Agricultores de distintas zonas del país denuncian que el precio por unidad ha disminuido considerablemente, afectando la rentabilidad de sus cosechas. La situación ha encendido alertas en sectores agrícolas que dependen de esta fruta como fuente principal de ingresos.
Los productores han solicitado al Gobierno medidas que regulen las importaciones en temporada alta de producción nacional, así como campañas que incentiven el consumo del aguacate cultivado en Honduras. Advierten que, de no tomarse acciones, muchos se verán obligados a abandonar el cultivo.

