Lo que inició como un lunes escolar normal terminó en una operación de búsqueda binacional, debido a que una adolescente de 16 años originaria de la comunidad de Acoyapa, Nicaragua, salió de su casa rumbo al colegio y no volvió.
Su familia, desconcertada, intentó contactarla sin éxito: el teléfono estaba apagado y sus conversaciones en redes sociales habían sido eliminadas. Ante el temor de un secuestro o una fuga, se activaron los protocolos de alerta y se dio aviso a las autoridades locales.
Tiempo después, la menor fue localizada en el punto fronterizo de Las Manos, El Paraíso, acompañada de un hombre mayor, quien presuntamente es su concuño.
De acuerdo con información brindada por las autoridades migratorias, la joven declaró que había cruzado voluntariamente la frontera con el adulto.
Sin embargo, aunque la voluntad de la menor fue manifestada, la ley no interpreta afectos juveniles como justificación legal. El caso fue remitido a la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), que activó los protocolos de protección, mientras que el hombre fue retenido para investigación por parte del Ministerio Público.
Por su parte, la madre de la joven, entre lágrimas, agradeció la pronta intervención y pidió que su hija no sea estigmatizada. “Ella solo es una niña y él debió saberlo”, comentó entre sollozos.
Por su parte, las autoridades recordaron que cualquier relación o desplazamiento de menores con adultos sin autorización legal puede constituir delito, incluso si no hay uso de la fuerza o coacción.

