Las lluvias torrenciales que se han registrado en los últimos días en Pekín, la capital de China, ya dejan al menos 30 muertos y alrededor de 85 mil personas evacuadas.
Por esa razón, las calles se han convertido en ríos, tras que las precipitaciones llegaron hasta los 543,4 milímetros, según registros de las autoridades.
Por otra parte, las tormentas han dejado de momento 31 tramos de carretera dañados y a 136 núcleos de población sin suministro eléctrico.
China enfrenta cada verano fenómenos meteorológicos extremos. Mientras unas regiones sufren lluvias torrenciales e inundaciones, otras padecen olas de calor extremo.
Todo esto es a raíz del cambio climático, dicen los científicos. Según apuntan, este fenómeno se ha acelerado por las emisiones de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, está aumentando la frecuencia e intensidad de este tipo de eventos.
El país asiático es uno de los principales inversores en energías renovables y ha prometido alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2060, pero por ahora, continúa siendo el mayor emisor global de dióxido de carbono.

