El regreso de Neymar al Santos, club en el que se formó y del que es ídolo histórico, se ha tornado en una experiencia amarga. El futbolista de 33 años atraviesa semanas convulsionadas con el equipo hundido en zona de descenso y envuelto en un clima de tensión tanto dentro como fuera del campo de juego. Los últimos episodios dejaron expuesta la presión que vive el jugador y la fractura con parte de la hinchada.
Por la fecha 15 del Brasileirao, Santos cayó 2-1 ante Internacional de Porto Alegre en su propio estadio. Los goles de Johan Carbonero y Rafael Santos Borré, este último de penal, pusieron en ventaja a los visitantes, mientras que Álvaro Barreal convirtió el descuento en tiempo suplementario para el Peixe. El resultado dejó al equipo con 14 puntos, sumido en los puestos de descenso y con una situación que podría agravarse, ya que Juventude, que lo persigue en la tabla con solo tres unidades menos, aún debe disputar dos encuentros pendientes. Vasco da Gama, situado un puesto por encima, también tiene un partido postergado.
La última derrota no solo fue dolorosa por lo deportivo, sino también por el clima hostil generado en Vila Belmiro. Sobre el final del encuentro, Neymar protagonizó la jugada más clara para su equipo: remató de zurda desde el borde del área en el tiempo añadido, el balón dio en el palo, cruzó toda la línea de gol y luego fue atajado por el portero Rochet. Ney corrió hacia el córner, convencido de haber empatado el partido, y celebró con euforia, llegando a destruir el banderín. Sin embargo, los jueces convalidaron que la pelota no había ingresado y el empate nunca llegó.
El clima en las gradas era de descontento tras la derrota y la situación en la que se encuentra el club. Apenas terminó el partido, Neymar se dirigió a la tribuna baja y discutió con un aficionado que lo venía increpando incluso antes del pitazo final. La discusión se intensificó, mientras algunos fanáticos mostraban su apoyo al jugador y otros lo reprochaban; la tensión desembocó en un intercambio verbal entre los propios hinchas. El portero Joao Paulo intervino y retiró a Neymar del lugar para evitar que la situación pasara a mayores.

