Los productores hondureños atraviesan una grave crisis debido al elevado costo de los insumos agrícolas, situación que amenaza con reducir las áreas de siembra y afectar la seguridad alimentaria del país.
Según los productores, entre los productos están los fertilizantes, semillas y agroquímicos, mismos que señalan han duplicado sus precios en los últimos años.
Muchos campesinos aseguran que ya no es rentable cultivar, especialmente en zonas rurales donde el acceso al crédito es limitado y el apoyo estatal es escaso. La incertidumbre se agudiza con la llegada del ciclo de postrera, clave para cultivos como el frijol y el maíz.
Organizaciones del sector agrícola han solicitado medidas urgentes al gobierno, como subsidios o regulaciones que alivien el impacto económico. De lo contrario, advierten que podría haber una caída significativa en la producción nacional.

