La muerte de Rony Javier Ordóñez Carranza, de aproximadamente 21 años, dentro de una celda policial en Peña Blanca, Santa Cruz de Yojoa, ha encendido las alarmas y deja más preguntas que respuestas.
El joven, originario de El Progreso, Yoro, fue detenido la noche del martes 8 de julio por razones aún no esclarecidas por las autoridades.
Apenas unas horas después, en la madrugada del miércoles, fue encontrado sin vida, supuestamente tras ahorcarse con el cordón de un pantalón deportivo que llevaba puesto.
Según la información preliminar brindada por las autoridades, al momento de su detención le fueron retirados los cordones de sus zapatos y otros objetos personales. No obstante, al parecer no se identificó el cordón de su pantalón tipo buzo, el cual habría sido utilizado para colgarse de los barrotes de la celda.

El hecho ha causado consternación en la comunidad y genera dudas sobre el control interno de los detenidos y la vigilancia en las celdas.
Por su parte la occiso la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) ha prometido una investigación para esclarecer el caso, sin ofrecer hasta ahora mayores detalles.
Mientras tanto, familiares y conocidos de la víctima exigen transparencia y una indagación profunda para determinar si hubo negligencia policial o si existen otras circunstancias detrás de la trágica muerte de Rony.
Este nuevo incidente vuelve a poner bajo la lupa la situación en los centros de detención en Honduras, donde en múltiples ocasiones se han reportado irregularidades, abusos y muertes bajo custodia.

