La periodista Yuam Pravia vivió momentos de angustia tras el incendio que consumió parte de su vivienda en Puerto Lempira, Gracias a Dios, un hecho que ha generado preocupación en el gremio periodístico y en la sociedad en general.
Pravia expresó su conmoción y pidió protección, dejando claro que el ataque parece tener una motivación directa contra su labor informativa. “Que Dios perdone a los que quieren matarnos”, manifestó, reflejando el miedo y la indignación que sienten muchos comunicadores en contextos de violencia y amenazas.
Este incendio ocurre en un contexto delicado para la libertad de prensa, donde periodistas que cubren temas sensibles enfrentan constantemente riesgos y presiones.
La exigencia de protección para Yuam Pravia se suma a la lista de casos que evidencian la vulnerabilidad que enfrentan los comunicadores, quienes a menudo son blanco de ataques con la intención de silenciarlos.
Organismos de derechos humanos y asociaciones de periodistas han condenado el incidente y llaman a las autoridades a garantizar la seguridad de Pravia y de todos los profesionales del sector.
La petición pública de la periodista resalta la urgencia de tomar medidas inmediatas para proteger su vida y la de su familia, mientras continúa su trabajo en defensa de la verdad y la transparencia en un ambiente marcado por la violencia y la impunidad.

