El fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) para unos 80 mil hondureños que eran elegibles en Estados Unidos dejará un impacto económico grave en Honduras. Por ejemplo, el país dejará de percibir unos 500 millones de dólares menos al año en las remesas.
«Esto va a repercutir a las familias receptoras de remesas aquí en el país. Si bien es cierto, las remesas no forman parte del producto interno bruto, pero contribuyen a través del consumo y eso es lo que dinamiza y ha sostenido la economía en los últimos años», destacó la economista, Amparo Canales.
Además, el desempleo también aumentaría, pues actualmente se necesitan 350 mil empleos urgentes y se estima que con el regreso de muchos de los hondureños que estaban bajo el TPS en EE.UU., serían 470 mil.

