En medio del dolor y la incertidumbre, Mirna Daniela López Quiroz alza la voz para exigir justicia, ya que su actual pareja, José Arnoldo Mena Herrera de 43 años, se habría fugado con su hija de tan solo 14 años, un hecho que ha estremecido al barrio Vacacional de Puerto Cortés.
“Yo perdono a mi hija, es una niña, ella no sabe lo que hace”, expresó consternada la mujer quien además confirmó que su hija mantenía una relación amorosa con su padrastro desde hace dos años.
La mujer, visiblemente afectada, sostuvo que su hija fue víctima de manipulación y engaño. “Ella no tiene la culpa, él es el adulto, él sabía lo que hacía”, declaró con firmeza.
Aprovecharon que la mujer trabajaba
La fuga se empezó a planear desde el pasado fin de semana, mientras Mirna se encontraba lavando ropa. Días antes, según relató, sus hijos menores vieron al hombre y a la menor empacando maletas.
“Nunca me imaginé que me iba a hacer esto”, dijo, revelando que mientras ella se sacrificaba trabajando para construir una casa, el hombre supuestamente planeaba la huida con su hija.
La menor fue reportada como desaparecida luego de que los niños más pequeños dijeran que “se fue con su papá”. La búsqueda inició de inmediato, pero no se encontró rastro de ellos en la escuela ni en los alrededores.
Más de un cómplice
Mirna asegura que, su suegra es cómplice del delito porque esta le daba dinero a la menor y hasta le había regalado un teléfono celular. «Aunque me pidan perdón, la denuncia va porque va», sentenció.
Aseguró que la madre del susodicho le llamó y le dijo que no se hiciera la víctima y que dejara volar lejos a su hija.
De acuerdo con el Código Penal hondureño, el padrastro podría enfrentar múltiples delitos, entre ellos violación, estupro agravado y retención ilícita de menor, lo que se traduce en penas que, sumadas, podrían superar los 20 años de prisión.
“Si usted quiere regresar, hija, las puertas están abiertas”, finalizó la madre, en un mensaje cargado de amor, esperanza y dolor.
Mientras tanto las autoridades continúan la búsqueda de la menor que fue vista la última vez en Santa Rosa de Copán. Se describe como trigueña, de baja estatura, cabello negro largo y vestía un buzo al momento de su desaparición.
Ahora su madre solo ruega una cosa, que su hija vuelva a casa y que el peso de la ley caiga sobre quien le arrebató la paz.

