El FC Barcelona ha alcanzado un acuerdo total con Nico Williams para incorporarlo en este mercado de verano. El extremo del Athletic Club ha aceptado la propuesta deportiva y económica del club azulgrana, y ya dio el “sí” a un contrato que lo vincularía hasta junio de 2031.
El siguiente paso es negociar directamente con el club bilbaíno, que hasta ahora se ha mostrado inflexible: solo dejará salir al jugador si se abona su cláusula de rescisión, que ronda los 58 millones de euros.
Desde hace semanas, Nico ha sido el gran objetivo del nuevo Barça de Hansi Flick. La dirección deportiva lo considera el complemento ideal para Lamine Yamal, por su desequilibrio, velocidad y capacidad de jugar en ambos perfiles. En medio de su participación en la Eurocopa, el jugador ya ha trasladado a su entorno que está ilusionado con el proyecto y dispuesto a dar el salto al Camp Nou.
La operación, sin embargo, no es sencilla. Aunque hay acuerdo con el futbolista, el club debe ajustar su masa salarial y generar ingresos antes de formalizar cualquier movimiento. En ese contexto, la cláusula de Nico representa un reto financiero. El Barça trabaja en distintas fórmulas: pactar un pago a plazos, activar ventas rápidas o incluso ofrecer jugadores a cambio.
Desde Bilbao, la postura es clara: no se sentarán a negociar por debajo de la cláusula. El Athletic confía en la continuidad del jugador y se aferra a su contrato recién renovado. Aun así, son conscientes de que la voluntad del futbolista puede ser determinante. En Barcelona, mientras tanto, hay optimismo moderado y presión interna para cerrar el fichaje antes de que finalice la Eurocopa.
Si se concreta, la llegada de Nico Williams sería una de las apuestas más ambiciosas del Barça en los últimos años. No solo por el esfuerzo económico que representa, sino por lo que implicaría a nivel futbolístico: un ataque joven, eléctrico y con proyección que podría marcar una nueva era en el club catalán.