Las autoridades de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) han intensificado las pesquisas para determinar si el asesinato del ganadero Jorge Galeano y su hija Bianca, de apenas 7 años, tiene conexión con la ejecución de dos hombres, hecho ocurrido un día de diferencia en la misma zona de Jutiapa, Atlántida.
El primer hecho, que conmovió profundamente a la comunidad, ocurrió la tarde del lunes entre las aldeas Cacao y Agua Caliente. Jorge Galeano fue acribillado cuando se detuvo en una llantera tras recoger a su hija de la escuela.
La pequeña Bianca quedo atrapada en la lluvia de balas, y aunque fue trasladada con vida a un centro hospitalario, murió minutos después.

Tan solo 24 horas después, la tranquilidad volvió a romperse con otro hecho violento, pero en la aldea Corralitos. En ese lugar fueron asesinados Wilmer Daniel Matute Dubón, de 18 años, y Óscar Enrique Ruiz Cruz, de 40.
Por ende, la cercanía geográfica y la similitud en la modalidad de los crímenes han despertado sospechas sobre una posible conexión entre ambos casos.

Descubrimiento clave: armas y vehículo abandonado
Como parte de la investigación, agentes de la DPI dieron con un vehículo Ford gris, sin placas, abandonado a un lado de la carretera tras una persecución.
En su interior hallaron tres armas de fuego, incluyendo una pistola marca Glock y otra Smith & Wesson.

Las autoridades aún trabajan en los peritajes balísticos para determinar si fueron utilizadas en alguno de los crímenes.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, fuentes policiales no descartan que este vehículo esté vinculado a ambos hechos violentos, lo que podría convertirse en una evidencia clave para esclarecer los móviles y dar con los responsables.
¿Crimen organizado o ajuste de cuentas?
No obstante, las autoridades manejan varias hipótesis, entre ellas que las víctimas podrían haber estado relacionadas con disputas de territorio, conflictos personales o con estructuras criminales que operan en la zona.
Jutiapa ha sido señalado como uno de los municipios con mayor índice de homicidios este año, acumulando ya 10 muertes violentas según datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol).
La comunidad exige justicia
Ahora, los habitantes de Jutiapa se mantienen consternados y en estado de alerta.
La muerte de la niña Bianca ha encendido las alarmas y generado una ola de indignación en redes sociales, donde exigen justicia y mayor presencia policial en zonas rurales, donde la impunidad parece imperar.

“Ya no se puede ni vivir tranquilo. Asesinaron a una niña inocente a plena luz del día. ¿Qué más tiene que pasar para que las autoridades actúen?”, expresó un líder comunitario en un llamado desesperado.
Por su parte, la DPI continúa con las líneas de investigación abiertas y ha pedido colaboración ciudadana para aportar información que permita esclarecer este caso que ha puesto nuevamente en evidencia la espiral de violencia que azota al norte del país.

