El presidente Emmanuel Macron ha encargado al gobierno francés elaborar un paquete de medidas para contener la influencia del islam político, en especial del movimiento Hermanos Musulmanes, luego de que un informe oficial advirtiera que su expansión representa una “amenaza para la cohesión nacional y la seguridad” de Francia.
La decisión fue tomada tras una reunión de seguridad celebrada esta semana en el Palacio del Elíseo, donde Macron recibió el documento elaborado por dos altos funcionarios públicos.
El informe sostiene que los Hermanos Musulmanes, fundados en Egipto en 1928, operan con un carácter antirrepublicano y subversivo, y están promoviendo una ideología que socava los valores laicos del Estado francés.
“Dada la importancia del tema y la gravedad de los hechos establecidos, el presidente ha pedido nuevas propuestas que se examinarán en una reunión del Consejo de Defensa a principios de junio”, indicó la presidencia.

Algunas medidas serán secretas
En una decisión inusual, Macron ordenó hacer público el informe, mientras que otras acciones del plan permanecerán clasificadas por motivos de seguridad.
Según el Elíseo, algunas medidas serán anunciadas en las próximas semanas.
Francia y Alemania son los países con mayor población musulmana en Europa, y el gobierno francés está especialmente preocupado por el auge del islamismo político, en un contexto de tensión social y repunte del extremismo de derecha.
Desde los ataques yihadistas que sacudieron al país en la última década, la radicalización religiosa se ha convertido en un tema central del debate político.

Ola de reacciones políticas
El informe provocó una fuerte ola de reacciones. La líder de extrema derecha Marine Le Pen acusó al gobierno de actuar tarde y afirmó en X que lleva años proponiendo medidas para “erradicar el fundamentalismo islamista”.
Por su parte, Jordan Bardella, líder del partido Reagrupación Nacional, prometió que, si llegan al poder, prohibirán a los Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, desde la izquierda radical surgieron críticas. El líder del partido Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, denunció un clima creciente de islamofobia. “La islamofobia ha cruzado un límite”, escribió en X.

