Gran Bretaña está considerando ordenar el uso de la castración química para delincuentes sexuales bajo una revisión del sistema de justicia destinado a liberar más espacio en sus prisiones superpobladas. Uno de los primeros actos del gobierno laborista en julio fue anunciar planes para liberar a más prisioneros temprano para enfrentar una crisis de hacinamiento en las cárceles que, según los ministros, amenazaba con un «desglose total de la ley y el orden.»
La población carcelaria en Inglaterra y Gales alcanzó un récord en septiembre, y a principios de este año el gobierno dijo que las células policiales se usarían temporalmente para retener a los prisioneros como una medida provisional de emergencia para hacer frente al hacinamiento en prisión. Al anunciar los hallazgos de una revisión sobre cómo abordar la crisis, la ministra de justicia Shabana Mahmood dijo que había recomendado continuar con un piloto de la llamada «medicación para manejar la excitación sexual problemática.»
«Estoy explorando si es posible exigir el enfoque», dijo a los legisladores. Las opciones incluyen productos farmacéuticos que suprimen la libido y aquellos que reducen los pensamientos sexuales, según la revisión. La Revisión Independiente de Sentencias dijo que había una dependencia excesiva de la custodia, y que se debería invertir más en el Servicio de Libertad Condicional, con un mayor monitoreo electrónico y un sistema de supervisión para reducir la reincidencia.
El informe también propone que los tribunales cambien la manera de sentenciar para no depender tanto del encarcelamiento.
Sugiere, por ejemplo, que en casos en los que se aplicarían penas cortas se prioricen multas o penalizaciones alternativas, como la prohibición de viajar, conducir o asistir al fútbol.
También pide fomentar un mayor uso de las penas diferidas para los agresores de bajo riesgo con necesidades especiales, como las mujeres embarazadas o las personas drogodependientes.
El informe plantea asimismo aumentar la deportación de delincuentes inmigrantes y expandir los Tribunales Especializados en Violencia Doméstica, a fin de mejorar el apoyo a las víctimas y garantizar un manejo sólido y rehabilitador de los agresores.
