La etapa de Carlo Ancelotti como entrenador de la selección de Brasil no empieza de la mejor manera. Tres días después de su anuncio oficial como seleccionador de la ‘Canarinha’, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodríguez, fue destituido por parte de la justicia nacional.
Un día más tarde, Rodrigues, que solicitó al Tribunal Supremo que lo restituya en el cargo, soltó una ‘bomba’ y argumentó que, si la entidad está intervenida, la FIFA podría impedir a la selección brasileña jugar las eliminatorias para clasificarse al Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá.
El dirigente argumentó que la FIFA y la Conmebol no reconocen como legítimos a los representantes federativos nombrados judicialmente, «lo que potencialmente sujeta a la CBF y a sus selecciones a severas sanciones, inclusive la exclusión de competiciones deportivas de nivel internacional».
Así, si los estamentos no reconocieran la legitimidad de las nuevas autoridades de la CBF, podrían rechazar la presencia de Brasil en los próximos partidos eliminatorios para la cita mundialista contra Ecuador y Paraguay, «con impacto deportivo, financiero y diplomático de proporciones inconmensurables».
Ancelotti debería presentar la lista de convocados para esos partidos el 26 de mayo.
Por ahora, el Tribunal de Río nombró como interventor de la CBF a un vicepresidente del organismo, Fernando Sarney, con la orden de celebrar elecciones lo más pronto posible. El nuevo presidente, tras asumir el cargo, afirmó que mantendría «los contratos vigentes» y preservaría «las actividades deportivas», dando a entender que no anulará la contratación de Ancelotti como seleccionador.