Por Bivian Montoya.
Dos jóvenes entre las edades de 25 y 26 años que habían sido secuestrados el viernes, 2 de mayo, en el municipio de Santa Ana, Francisco Morazán, fueron rescatados por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Por su liberación, los captores exigían más de 200 mil lempiras, cantidad que se evitó pagar gracias a la intervención de las autoridades, quienes aseguran que las víctimas no sufrieron ningún tipo de lesión a la hora de su rescate.
Según las investigaciones, «los hondureños se trasladaron a una aldea del municipio de Santa Ana para realizar trabajos de instalación de sistemas de energía renovable. Al llegar al lugar acordado con la persona que solicitó el servicio, fueron contactados por teléfono y amenazados por supuestos miembros de una estructura criminal. Se les advirtió que estaban rodeados y que serían atacados si intentaban moverse».
Seguidamente, los secuestradores se comunicaron con el gerente de la empresa para la que laboran los jóvenes, exigiendo una fuerte suma de dinero a cambio de su liberación.
La DPI recibió una denuncia al respecto, por ello, activó un equipo especializado que, mediante labores de inteligencia, logró identificar la ubicación exacta de las víctimas y proceder a su rescate.
Por tanto, con este caso sale a la luz esta nueva modalidad delictiva, en la que empleados de empresas prestadoras de servicios son utilizados como rehenes para extorsionar a sus empleadores.
Los secuestradores lograron darse a la fuga y la DPI continúa con las labores de investigación para dar con su paradero y ponerlos a disposición de la justicia.
