Estos canes son una influencia positiva y mejoran la calidad de vida de las personas. Cuáles son las técnicas para construir el vínculo entre los caninos y los humanos, crucial para la autonomía en la vida cotidiana
Considerado como el mejor amigo del hombre, el perro es un compañero fiel, que cumple un papel crucial en la vida de las personas. Tanto es así que son un miembro más en las familias. Pero hay algo más que la compañía. En el caso de los perros guía o de asistencia son los pilares fundamentales para la independencia de sus tutores, y su valor, inestimable.
Estos perros de asistencia brindan apoyo, acompañan, orientan y auxilian a personas con diferentes tipos de discapacidades, como las físicas, auditivas, visuales e incluso autismo, brindando autoestima y seguridad.
A su vez, estos canes también brindan afecto y juegan un papel fundamental en el bienestar integral de sus tutores, facilitando la interacción con el entorno y la inclusión social. ¿Lo más importante? Promover la autonomía de los tutores en la vida cotidiana, adaptados a las necesidades de cada persona.
En un homenaje a estos héroes de cuatro patas que dedican su vida a brindar autonomía y seguridad, se conmemora el Día Mundial de los Perros Guía el último miércoles de abril cada año. Esta fecha especial reconoce la invaluable contribución de estos entrañables animales en la vida de las personas con distintas discapacidades, celebrando no solo sus habilidades extraordinarias sino también el vínculo único que desarrollan con sus tutores.
El rol de las escuelas de los perros guía
Los perros guía son el resultado de un extenso y minucioso entrenamiento que comienza desde que son cachorros. Seleccionados por su inteligencia, disciplina y capacidad de adaptación, estos canes aprenden de forma rápida y constante. A su vez, el proceso de aprendizaje es integral, que incluye distintas etapas.
Las tareas que deben aprender los caninos incluyen desde señalar obstáculos urbanos durante caminatas, reconocer rampas, sillas y escaleras, hasta asistir en la utilización de medios de transporte y en el desarrollo de actividades deportivas. En estos casos, los perros guía actúan como sus ojos para facilitarles una existencia autónoma y activa.
Cómo es el entrenamiento de los perros de asistencia
La selección y entrenamiento de los perros guía involucran rigurosos estándares para asegurar que solo los canes más aptos asuman este papel. Desde evaluaciones de temperamento a una temprana edad hasta una formación avanzada en escuelas especializadas, los perros atraviesan una serie de pruebas y adiestramientos que resaltan la importancia de una alta inteligencia, sociabilidad y capacidad de adaptación.
Las razas más utilizadas para esta labor son el golden retriever, labrador retriever y, en menor medida, el flat-coated retriever, debido a su carácter dócil, leal y seguro.
Por ejemplo, The Guide Dogs for the Blind Association (Asociación de Perros Guía para Ciegos) implementó un innovador método de entrenamiento para sus caninos, el cual se basa en la utilización de refuerzos positivos y técnicas de marcadores como el clicker, para mejorar la eficacia en la preparación de estos animales destinados a asistir a personas con discapacidad visual.
El proceso de entrenamiento de los perros guía se divide en tres etapas principales, comenzando desde el nacimiento hasta que el perro alcanza los dos años de edad, momento en el cual está listo para ser emparejado con una persona con discapacidad visual.
Durante estas fases, los caninos aprenden a interpretar y responder a una variedad de señales y comandos, así como a manejar diversas situaciones cotidianas que podrían enfrentar junto a sus dueños.
The Guide Dogs enfatiza la importancia de adaptar el entrenamiento a las necesidades individuales de cada perro, teniendo en cuenta su personalidad y lo que mejor motiva a cada uno, lo que puede incluir comida, elogios verbales o juguetes.
Una característica distintiva de este enfoque es la utilización de la técnica de marcadores, como el uso de un clicker o una señal verbal específica, para indicar a los perros el momento exacto en que realizan el comportamiento deseado, seguido inmediatamente por una recompensa.
Para garantizar el éxito de la integración del perro guía en la vida de una persona con discapacidad visual, el proceso de emparejamiento se lleva a cabo con gran cuidado.
¿Qué incluye? Una evaluación detallada de las necesidades, estilo de vida y preferencias de la persona, seguido por la selección de un perro que mejor se adapte a estos criterios. Luego de encontrar la pareja perfecta, se proporcionan cinco semanas de entrenamiento y sesiones de construcción de relación para asegurar un buen inicio de esta nueva asociación.