La semana 33 de la Premier League concluyó con un monólogo interpretado por el Chelsea en Stamford Bridge. El conjunto liderado por Mauricio Pochettino se impuso con autoridad por 6 a 0 frente al Everton en una jornada inolvidable para Cole Palmer, quien se llevó la pelota como souvenir gracias a un póker espectacular. El delantero británico lideró la ofensiva de los Blues para imponer un prematuro hat-trick antes de la media hora de iniciado el espectáculo.
A través de combinaciones colectivas que incluyeron tacos y lujos, manifestando su oportunismo para capturar los rebotes que le brindaba Jordan Pickford o empleando su magnífica pegada, la gran figura de la velada inglesa cautivó a los fanáticos que poblaron es estadio londinense.
El cuarto grito del Chelsea llegó a través de Nicolas Jackson y cuando el pleito ya estaba resuelto por el abultado resultado a su favor, los protagonistas vivieron una llamativa escena en la que expuso la lucha de egos que habitualmente se establece en los planteles de jerarquía. Fue unos instantes después del penal que sancionó el árbitro Paul Tierney y cuatro jugadores comenzaron a discutir sobre quién debía ejecutar la pena máxima.
El propio Cole Palmer tomó el balón decidido a transformar el disparo en gol, pero Noni Madueke intentó arrebatarle la posibilidad al delantero con la intención de concretar su tanto. Se trató de una pelea improvisada, innecesaria por el contexto favorable para el dueño de casa, en el que también intervinieron Nicolas Jackson y Conor Gallagher, quien a los empujones sacó de la escena a los invasores que buscaron quitarle protagonismo a la figura estelar de la noche.
En muchas ocasiones episodios como esos pueden atentar contra la concentración del responsable de patear el penal, pero en esa oportunidad Palmer demostró su templanza para celebrar el quinto grito. En los festejos, los jugadores que habían sido desafectados no pudieron ocultar su fastidio, a pesar de la efectividad de su compañero.
Si algo le faltaba al partido fue el grito eufórico de Alfie Gilchrist, quien selló el 6 a 0 definitivo, pero tuvo un sabor especial para el joven defensor debido a que se trató de su primera conquista en la Premier League.
