La economía de Latinoamérica y el Caribe registró un bajo crecimiento durante 2023, que según datos preliminares de la Cepal fue apenas del 3,8%, muy por debajo del 8,2% de 2022, y las proyecciones para este año indican que de mantenerse las tensiones geopolíticas y el alza de los precios de alimentos y los combustibles la tendencia inflacionaria podría subir.
Chile logró acortar la inflación a un 3,9% al finalizar 2023, después de haber llegado a un 12,8% en 2022, una de las más notables reducciones en la región.
México, otra de las grandes economías regionales, logró sumarse a la tendencia bajista al cerrar 2023 con un 4,66%, tras el 7,82 % de 2022.
En la misma línea se ubicaron los países centroamericanos. Costa Rica finalizó el año con un índice negativo de inflación del -1,77%, frente al 7,88% de 2022; El Salvador con un 1,23% (7,32% en 2022) y Panamá con 1,5% (2,9% en 2022), Guatemala con un 4,18% (9,2 % en 2022), Honduras con un 5,19% (9,80% 2022), y Nicaragua con un 5,6% (11,59% 2022).