Hace dos días que despedimos 2023, un año marcado por el ran número de rupturas que protagonizaron las portadas de los medios de comunicación. 2024, sigue esta tendencia y una nueva ruptura se ha hecho pública este 1 de enero. AJ McLean, integrante del grupo estadounidense Backstreet Boys, y su esposa Rochelle DeAnna han anunciado este lunes que ponen fin a su matrimonio después de 12 años juntos. El cantante, de 45 años, y su ya exesposa, de 42, compartieron previamente en marzo que se habían separado temporalmente y tenían esperanzas de reconciliarse en el futuro. Nueve meses después, la pareja finalmente ha decidido poner rumbos separados en sus respectivas vidas: ”Aunque esperábamos la reconciliación, hemos decidido poner fin oficialmente a nuestro matrimonio. Hemos tomado esta decisión con profundo amor y respeto”, escribieron ambos, en una públicación conjunta en redes sociales.
El cantante de los Backstreet Boys contrajo matrimonio con Rochelle DeAnna en diciembre de 2011, en Los Ángeles, después de haber coincidido tres años antes en un restaurante donde ella trabajaba de camarera. Ambos han tenido juntos dos hijas: Ava, que nació en 2012, y Lyric Dean, que llegó a sus vidas en 2017. “Nuestro enfoque ahora es avanzar de la manera más saludable posible con la amistad y la crianza compartida de nuestras niñas al frente de este próximo capítulo de nuestras vidas”, afirman. “Apreciamos vuestra amabilidad, respeto y privacidad en este momento”, concluye el comunicado difundido a través de las redes sociales del cantante, donde acumula casi un millón y medio de seguidores.
El anuncio no ha cogido por sorpresa a sus seguidores. Es más, había pocas esperanzas en la continuidad de su matrimonio, pues en marzo del año pasado ya anunciaron su separación, aunque temporal. “El matrimonio es difícil, pero vale la pena. Hemos decidido de mutuo acuerdo separarnos temporalmente para trabajar en nosotros mismos y en nuestro matrimonio con la esperanza de construir un futuro más fuerte”, dieron a conocer, entonces, en un comunicado conjunto. “Yo vine con equipaje, ella vino con equipaje, ella tuvo un trauma, yo tuve un trauma. No estaba sobrio ni preparado para estar sobrio. Ella estaba lidiando con su propia mierda. Era simplemente un tira y afloja constante: ella escondía sus sentimientos debajo de la alfombra o yo me sumergía en una botella”, sentenció el artista sobre su relación esa misma semana de marzo de 2023 en el podcast Sex, Lies, and Spray Tans.
Un trabajo de crecimiento y superación que el propio artista ha querido compartir con sus millones de seguidores. El pasado mes de mayo, su grupo, que reunió éxitos sin precedentes a finales de los años noventa y hasta principios de los 2000, como Everybody, o As Long as You Love Me, culminó su gira que les llevó a subirse por los escenarios de todo el mundo (Madrid y Barcelona). Fue entonces cuando McLean tomó la decisión de rehabilitarse en un centro de Arizona (EE UU) donde pasó 10 semanas tratando sus “traumas pasados”. Un retiro de autocuidado que nada ha tenido que ver con sus pasados problemas con el alcohol, tal como el propio cantante quiso matizar después de 10 semanas internado durante una entrevista con la revista estdounidense Page Six: “Asisto a mis reuniones con regularidad y sigo mi programa de 12 pasos [de Alcohólicos Anónimos]. Tengo mi espónsor. Sé que me lo tomo muy en serio. Pero necesitaba ir a la raíz del problema”.
Su compromiso con la sobriedad tuvo como desencadenante un episodio muy concreto que compartió con People en octubre de 2022. “Hace literalmente 10 meses, fui a ver a Shania Twain a Las Vegas. Antes incluso de subirme al avión, ya había planeado toda la noche. Sabía dónde iba a conseguir mis drogas. Sabía dónde iba a emborracharme. Lo sabía todo y pensé: ‘Está bien, es una noche. Mientras no pase cierta hora y no huela así, puedo ir y luego volver a casa. Mi esposa no lo sabrá; todo va a ser genial”, recordaba de cómo empezó la noche que determinó su cambio de vida. “Nunca, nunca funciona así”, añadía antes de proseguir con el relato: “Nunca dormí. Perdí mis primeros dos vuelos de regreso a casa y apestaba a alcohol cuando llegué. Mi esposa y yo siempre habíamos tenido un acuerdo, que era que, si olía a alcohol, no se me permitía jugar con mis hijas, no podía estar cerca de mis hijas, pero lo que realmente me impactó fue el momento que mi hija menor, Lyric, me dijo esa noche: ‘No hueles como mi papá’. Y cuando ella me dijo eso, eso fue todo. Me sentí asqueroso”.