Motagua perdonó y dejó vivo a Olimpia en el primer partido de la Gran Final; el Campeón se definirá este jueves

Motagua hizo el mejor partido del torneo, pero no le ajustó para inclinar la balanza. La Barbie le planteó un partido ofensivo a Pedro Troglio, una táctica que hizo pesar más el mediocampo de Motagua que la propuesta olimpista. Pero eso no fue suficiente, fue una copia de muchos clásicos, mucho fútbol y pocos goles. El primer duelo de la Final quedó 0-0.

El Azul no anotó la más clara que tuvo, perdonó y ahora le toca esperar un milagro.
Olimpia no le pondrá las cosas tan fáciles, el León necesita un empate para coronarse.

A los 7 minutos Auzmendi falló el penal. Edrick Menjívar se lo adivinó y atajó inclinándose a su derecha. En ese momento se vino el estallido de la afición Merengue. Golpe anímico para Motagua y levantón para los Blancos.
Aturdidos por el fallo, los Mimados empezaron de nuevo a comenzar a construir buenas jugadas, pero ninguna terminó en gol.

Motagua jugó un buen primer tiempo, pero no concretó. Olimpia estuvo más calmado, sabiendo que con dos empates salía campeón.

Hubo una jugada polémica en la que el balón venía de un rebote e impactó en la mano de Marcelo Santos y los futbolistas Merengues pedían como falta penal. No obstante, Nelson Salgado dijo no había lanzamiento de once pasos.

Las pocas acciones de peligro que generó el Albo, fueron bien controlados por el arquero y la defensa motagüense. La Moneda sigue en el aire, pero ahora Olimpia deberá cerrar con toda su afición y sus reglas. Un empate le basta para salir campeón invicto.