“El último partido es como el primero y tenés que disfrutarlo”: Rambo de León

El Rambo de La Gente estuvo en HCH Deportes, su casa, para anunciar su partido de despedida. El Fantástico 10 de la Selección Nacional conversó con Shirle Cálix, Nohelia León y Pedrito Maldonado sobre su amplia carrera deportiva, los goles, las figuras con las que compartió el esférico.

¿Cómo planeás vivir ese partido de despedida el 14 de diciembre?

Voy a disfrutar mi último partido y recordar desde que inicié mi carrera, recordar cuando no tenía nada, cuando no era nadie y ahora que veo dónde he volado, caminado, ha sido algo hermoso y espero disfrutarlo con nuestra gente. El último partido es como el primero y tenés que disfrutarlo como el primero.

¿Merecen nuestras leyendas del fútbol un partido de despedida?

No es fácil… A los 13 o 14 años de edad dejar a tus padres y tomar un bus, dejar  a tu abuela, sabiendo que te pueden matar y peor en nuestro país. Nosotros tuvimos que pedir jalón. Hay que apoyar a esos talentos de fútbol. Yo me acuerdo que íbamos a entrenar hasta cuatro en una bicicleta, en camiones que transportaban vacas oliendo a caca. Lo lindo era ir al campo, demostrar el talento y ganar. Jugábamos descalzos, el otro equipo nos amenazaba con pistola. Son cosas que recordás.

¿Qué fue lo más duro que te tocó vivir en tu vida?

No fue fácil, pasé muchas barreras, no tuve cas nada de apoyo, jalé bloques, varillas, hice mezcla con tal de ganarme mi pelota de caucho. Vendí mangos con los negros. Tenía un primo que me amarraba a la bici y me hacía entrenar en la playa, me ponía a esquivar los cocos para que agarrara agilidad, picardía, dureza mental y personalidad. Hasta los 14 años me puse zapatos. Yo era quien le lustraba los tacos a Mauricio Figueroa jugador del Platense, eran los tacos tan lindos, cuando él me los prestó por primera vez me sentí realizado. Me dijo querés ganártelos, meté goles en todos los partidos y esos fueron mis primeros tacos de cuero.

Estuviste en China, México, Uruguay, Italia… Qué rescatás de ahí?

Solamente por la apariencia me estaban crucificando. Me estaban juzgando, pero cuando agarré la pelotita demostré, callé muchas bocas. Empezó la aceptación sobre mí. Ya estaba David Suazo, pero cuando se fue Pirlo llegué yo y resalté a las pocas semanas. Anoté gol en el estadio Granillo que la gente cuando pasa por ahí hasta se persigna. Me creían loco porque de niño soñaba con jugar en Italia.

¿Qué te parece el actual proceso de la selección?

Ha mejorado la actitud de los chicos, faltaba más actitud, humildad y pasión. Eso necesitamos que le metan corazón. El segundo partido contra México hubo más ganas de defender el resultado, no hubo fútbol. Contra Costa Rica vamos a estar en la Copa América.

¿Ya tuviste la oportunidad de anotarle un golazo a México?

Más o menos, más o menos…

¿Has sido el mejor 10 de la Selección?

Noooo antes que yo venía Nene Obando, Alex Pineda Chacón. Dí lo mejor de mí mismo. Los superé por jugar en Europa. La gente dice que he sido de los mejores, pero el paso de ellos es increíble. Los ví de niños, es algo hermoso. Soy un agradecido por nacer en este país. Muchos argentinos o brasileños me decían que yo era brasileño, pero soy orgullosamente hondureño.

¿Qué consejo le das a los jóvenes?

Que no se preocupen por el arito, el tatuaje o por el mejor carro. Que mejor exploten su talento, que piensen en jugar y sacar adelante a su familia.

¿Después de tu partido de despedida a qué te vas a dedicar?

Tengo mi academia de fútbol. Estoy con el Atlético Cruz Azul en Siguatepeque. Sigo descubriendo chicos. Pienso prepararme como entrenador en Italia. El señor sabrá si me quedo allá o vuelvo. Deseo demostrar mi talento en altos niveles. Voy a llevar a un chico a Italia, a la Reggina.

¿Te ves dirigiendo a la H?

Me encantaría y desde abajo, con una buena base, no improvisado. 

¿Cuál consejo que te dieron tus técnicos no se te olvida?

Me dirigió Colomba, Gasperini, Duvanced me dijeron se esencia, lo que sos. No imités a nadie.

¿Creés que vamos al Mundial?

Yo era de los pocos hondureños que estoy convencido. Creo en los chicos, los aconsejo y hay que darle un par de golpecitos.