Los habitantes de Liaoning, en este de China (cerca de la frontera con Corea del Norte), se vieron sorprendidos hace unas semanas por una inusual lluvia, y no de agua o granizo: de gusanos.
Imágenes difundidas por internet muestran coches aparcados completamente cubiertos de gusanos, y a la gente protegiéndose con paraguas de tan desagradable precipitación.
Aunque aún no se ha revelado la razón del extraño fenómeno, la revista Mother Nature Network apunta a que los gusanos cayeron sobre la zona después de ser arrastrados por fuertes vientos.
No obstante, hay otras teorías sobre el fenómeno. Hay quien apunta, tal y como publica el Mirror, que se trata de flores de álamo, cuyo aspecto recuerda al de gusanos y orugas.
Otras voces en redes sociales apuntan incluso a que se trata de un montaje o una broma, pero sí que es cierto que en algunas ocasiones se han registrado ‘lluvias’ de insectos o reptiles cuando, en efecto, se ven envueltos en pequeños tornados que los llevan a kilómetros de distancia.

