El presidente de Colombia, Gustavo Petro -en nombre del Estado colombiano y durante un acto de reconocimiento de responsabilidad en Medellín- pidió perdón a las víctimas por las masacres cometidas por paramilitares en La Granja y El Aro (noroeste) y las calificó de un «genocidio» en el que participó un «Estado asesino» por acción u omisión.
«En nombre del Estado colombiano le pido a las víctimas perdón. El Estado colombiano reconoce que los muertos no eran enemigos de nadie. Era gente humilde y trabajadora, que los mataron porque sí, por designio del poder, y que, en sus muertes, en La Granja y en El Aro, estuvo el Estado presente, fue cómplice del asesinato», expresó Petro.
En el evento que se llevó a cabo en el Museo Casa de la Memoria, donde recordaron entre actos simbólicos las matanzas ocurridas en los corregimientos (caseríos) de La Granja (11 de junio de 1996) y El Aro (entre el 22 y el 30 de octubre de 1997) del municipio Ituango, en el departamento de Antioquia, el mandatario aseveró que el Estado colombiano «mató a sus propios ciudadanos» y por acción u omisión «fue partícipe de la matanza».
Petro, además, recordó que en 2006 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó al Estado colombiano por estos hechos y obligó, entre otras cosas, a investigar a los responsables de la matanza cometida por paramilitares.