Nunca es tarde para cumplir un sueño, o al menos así lo piensa esta abuela cuando llegó por su primer tatuaje. Pese a que era una experiencia nueva, nunca se mostró nerviosa. “Yo estaba más preocupada que ella”, dijo su tatuadora.
¿Quién dijo que se nos hace tarde para hacer algo? Muchas personas esperan hasta la vejez para cumplir sueños que quizás, por dinero o tiempo, no pudieron cumplir cuando más jóvenes. Este es el caso de esta abuelita, quien se tatuó a los 88 años, lejos de las críticas y los estereotipos acompañados a su edad.
Pese a que los tatuajes parecen ser “una idea de jóvenes”, Doña Brasilina le demostró al mundo entero que siempre se pueden desafiar esas ideas y darle rienda a los sueños sin importar lo que digan los demás.
La abuela llegó en compañía de su nieta, Renata Grandini, al estudio de la tatuadora Camila Roncati, quien no dudó en registrar todo el momento en que una persona de mucha edad llegó para pedirle un tatuaje.
“¡Hoy tatué a la clienta más linda del mundo! “, escribió Camila en una publicación compartida en Instagram.
La elección de tatuaje para Brasilina fue un corazoncito en su brazo derecho. Un proceso en que su nieta la acompañó todo el tiempo y que aprovechó para relajarse, reír y conversar.
De hecho, en la secuencia se puede ver que después de aprobar el diseño, Brasilina estaba muy ocupada tomando una taza de café y ni caras de dolor puso ante la aguja que marcaba su piel.
“Mientras tanto, yo estoy toda nerviosa por hacerle el tatuaje”, bromeó Camila, la tatuadora del lugar.
Finalmente, Brasilina amó el resultado de su pequeño tatuaje y cumplió el deseo de tener un recuerdo junto a su nieta.
Nunca es demasiado tarde para cumplir esos sueños que nos pueden acompañar toda la vida.