Cuando se desarrollaba el primer tiempo del clásico sampedrano entre Real España y Marathón iniciaron los enfrentamientos entre aficionados de los distintos equipos.
La desición para evitar estos sucesos fue que no iba a entrar la barra visitante, sin embargo la barra del Marathón llegó al estadio y al no poder ingresar empezaron a sonar los portones.
Posteriormente a esto iniciaron los enfrentamientos en la zona de gradería y para evitar más heridos los aficionados ingresaron a la cancha.