Militares desalojaron a cinco familias campesinas de la etnia Taguasca en la zona de Wampusirpi, en donde quemaron sus viviendas.
Gracias a la ayuda del alcalde de la comunidad, estas personas fueron enviadas a un alberge. Mientras que defensores de las etnias locales aseguran que este acto es ilegal y que vulneran los derechos de los pueblos originarios de Honduras