Para poder tener el pan de cada día en sus mesas, los niños hondureños salen junto con sus padres o a veces solos, a buscar cómo ganar unos centavitos para sobrevivir el día a día.
Muchos de ellos trabajan limpiando vidrios de carros debajo de un semáforo, aguantado el sol, sacrificando su educación y hasta sus vidas, para ser un apoyo a los papás, tal es el caso de estos menores que la periodistas Nirvana Velásquez entrevistó.
Según comenta la madre, la falta de oportunidades laborales la han obligado a salir a la calle junto con sus pequeños, pues no tiene ni como mantenerlos en la escuela porque no se da a basto con el dinero para ayudare a sacar tareas que requieren impresión o materiales.