Una tragedia estuvo a punto de suceder en la colonia Ramón Amaya Amador de la capital, pues repentinamente una piedra se introdujo a una vivienda poniendo en riesgo a los habitantes.
En la vivienda afectada viven tres personas, y a raíz de que la piedra cedió, en la casa se ocasionaron severos daños.
Una de las personas que vive en la humilde vivienda, menciona que antes del incidente oyeron que un vecino estaba estacionando su motocicleta en la parte de arriba (de donde cayó la piedra) y que creen que con la motocicleta él provocó sin querer que la piedra fuera a caer de «sombrero» a su casa.