El padre de keyla Martínez, Luis sosa, aseguró que existen incoherencias entre las declaraciones del doctor que acompañó a su hija la noche de su muerte y los oficiales de policía que la detuvo.
A criterio del padre, no es posible que haya tantas diferencias en los testimonios de dos personas, manifestando que mientras una afirma que ¨estaban en grupo y después estaban solos, que el doctor fue detenido, que no fue detenido¨, por lo que no cocidera que el caso este esclarecido.
Para Luis, su hija era una joven alegre, dinámica, con sueños y metas por cumplir y que no tendría motivos para tomar la fatal decisión de quitarse la vida en una celda.