Los manifestantes empezaron a congregarse en la principal ciudad de Birmania, ignorando las amenazas de aplastar las protestas de los generales golpistas.
En el barrio de San Chaung, donde están prohibidas las manifestaciones, muchos profesores desfilaban por la calle principal, efectuando el famoso saludo de tres dedos en señal de resistencia contra el golpe de Estado militar del 1 de febrero.