Definitivamente la celebración del año nuevo en el mundo se llevó a cabo de una manera muy diferente a las realizadas en años anteriores debido al COVID-19.
El primer país en recibir el año nuevo fue Nueva Zelanda, donde Auckland maravilló a todos los presentes con sus fuegos artificiales y festejos callejeros, aunque con distanciamiento social y el uso de tapabocas.
A ellos se les sumó, Kamchatka y Chukotka, en Rusia, país que por la gran extensión de terreno que ocupa celebra la entrada del año durante 11 horas consecutivas.
Así como los habitantes de Kiribati y Samoa, que se encuentran al noroeste de Australia, saludaron el Año Nuevo a las 10.00 GMT.
El resto del país, recibe el Año Nuevo a las 13.00 GMT, por lo que mantiene los famosos fuegos artificiales de Sídney, uno de los espectáculos que abren tradicionalmente las celebraciones del planeta para dar la bienvenida del año nuevo, pero en esta oportunidad será sin la asistencia del público masivo por las restricciones impuestas por el coronavirus.
