Diez familias que aun se encuentran albergadas en la iglesia de Corinto en Omoa, no pueden volver a sus viviendas debido al mal estado en que quedaron sus viviendas.
Treinta y cuatro personas entre niños, jóvenes y adultos han quedado sin sus hogares.
Por el momento la iglesia les presta toda la colaboración en sus necesidades sin embargo solicitan el apoyo de las autoridades gubernamentales para reanudar sus vidas.