Bélgica.- Con el propósito de darles un poco de alegría en Navidad, un Santa Claus visitó un asilo de ancianos ubicado en la pequeña localidad de Mol, en Bélgica.
Sin embargo, todo terminó en tragedia cuando días después varios de los residentes comenzaron a mostrar síntomas y otros 18 murieran de coronavirus.
Y es que el hijo de uno de los ancianos se disfrazó de Santa, y tomando las medidas necesarias e incluso se negó a abrazar a los residentes, provocó un total de 157 contagios.
Lo peor, comentan, es que la actividad fue organizada por las mismas autoridades del asilo, motivo por el que el alcalde de Mol, Wim Caeyers, calificó a la residencia de personas mayores como un lugar «totalmente irresponsable» que pasó por alto las restricciones impuestas para evitar el contagio comunitario de coronavirus.
En tanto, también aceptó que si bien el mayor sospechoso es Santa Claus, todavía están tratando de determinar el origen de los contagios. Lo cierto es que ya resultó que la mayoría de las personas infectadas (97) fueron contagiadas por la misma cepa del SARS-CoV-2 en un contexto en el que Bélgica lucha contra la segunda ola de esta pandemia.
