Desde el 30 de septiembre Costa Rica se encuentra movilizada por protestas de grupos sociales y sindicales que rechazan el intento de acuerdo financiero del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional. Estas protestas incluyeron movilizaciones, expresiones de violencia y cortes de ruta en todo el país.
En tanto el presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), Gilberto Cascante, dijo a Efe que la gente lo que desea es que “los ricos paguen como ricos y los pobres como pobres”, y que el Gobierno desista de iniciativas que carguen de más impuestos a las clases medias y bajas.
Para el gobierno el acuerdo resulta vital ya que pretende enfrentar de esta forma la crisis económica causada por la pandemia, la que parecía controlada en un principio y fue empeorando a medida que avanzaron los últimos meses.
Con este telón de fondo los Sindicatos de los sectores de salud y educación de Costa Rica marcharon el último lunes de forma pacifica en todo el país para expresar su rechazo a planes económicos del Gobierno, principalmente aumentar y crear nuevos impuestos, vender activos estatales, recortar gastos en un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que promete desembolsar 1.750
millones de dólares.
“No puede ser posible que haya injusticia tributaria por evasión y elusión fiscal. Le decimos ‘no’ al Fondo Monetario Internacional (FMI) y ‘sí’ a las mesas de diálogo en las que estén representados el Ejecutivo, el Legislativo y diferentes representantes del pueblo de Costa Rica”, expresó Cascante durante una marcha efectuada en San José.
Olman Chinchilla, Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores Públicos (FENOTRAP) manifestó “Esto lo hacemos por Costa Rica, por nuestra Patria, en defensa de nuestras instituciones estratégicas, por los derechos laborales y para manifestar que no queremos absolutamente nada del Fondo Monetario Internacional”.
