No comprenden que son parte de la familia y tras 14 años juntos, esta joven sintió lo mismo que al perder un hijo o un hermano.
El término mascotas se queda corto para la cantidad de sentimientos que podemos guardar en el corazón para nuestros amigos de cuatro patas. Una vez llegan a tu vida se hacen parte de ella y verlos enfermarse o morir duele tanto como si de un hijo o un hermano se tratase.
Así se sintió Emma McNulty de 18, quien no pudo aguantar el estrés y la depresión de ver a su mascota morir, un Yorkshire llamado Milly con quien vivió durante más de 14 años.
La mayor parte de su vida Emma estuvo junto a Milly y verla partir no fue nada fácil, por lo que se sentía mal de salud. Por esto a las 10 de la mañana llamó a su jefe para decirle que no asistiría a su turno de las 3 p.m.
La respuesta que recibió no fue para nada agradable y solo le dieron dos opciones, la primera era encontrar un sustituto y la segunda era ser despedida. Aunque intentó buscar a alguien que la cubriera no tuvo suerte y al llamar a su jefe, este le dijo: «No te preocupes en venir mañana».
Ella es una responsable trabajadora según cuenta y ese empleo le permitía ayudarse a pagar los estudios, fue difícil haber perdido a su amiga y su empleo el mismo día. Ahora ella sabe que debe hacer un cambio en la sociedad e intenta que se permita el duelo del trabajo por la muerte de una mascota en la familia.
El correo donde definían los motivos de su despido expresaba una mala conducta grave, nada más alejado de la realidad.
Según le comentó a Glaslow Live ella esperaba que su gerente comprendiera que físicamente se encontraba mal, estaba deprimida y algo de comprensión no habría sido mala.
«En lugar de mostrarme la compasión y la simpatía establecidas en el contrato, me enviaron una serie de mensajes desagradables y me dijeron que tenía que cubrir mi turno ya que no se permitía el tiempo de duelo para las mascotas».
-Emma McNulty
La actitud tan negativa de este gerente agudizó su depresión e hizo que procesar ese sentimiento fuese más terrible, por eso su petición en el sitio web Change.org intenta generar un cambio. McNulty afirma que de lograr esto, más nadie podrá sentirse igual de ella, ni sufrir un despido injustificado.