Los 14 diputados venezolanos a los que la Justicia chavista acusó este mes de rebelión afirmaron en una carta que las medidas en su contra son la continuidad de un golpe de Estado y una forma de persecución política de la que responsabilizan al régimen de Nicolás Maduro.
«Han pretendido burlar la voluntad de millones de venezolanos al perseguir a más de una decena de diputados legítimamente electos«, dice el escrito que firmaron además otros dos legisladores opositores que están presos por causas denunciadas desde el Ejecutivo.
La diputada Nora Bracho leyó la misiva en una sesión del Parlamento, de contundente mayoría opositora, a la que no asistió ninguno de los señalados por estar refugiados en embajadas, exiliados, detenidos o en la clandestinidad.
«Lo que ha vivido este Parlamento en los últimos días es la continuación de un golpe de Estado al único poder legítimo de nuestro país«, prosigue el texto en el que reiteran su apoyo al jefe del Legislativo, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países.
Los diputados, procesados por respaldar un levantamiento que lideró Guaidó el 30 de abril, reiteraron su apoyo a «todas las acciones que hemos emprendido para restituir el orden constitucional» y aseguraron que actúan apegados a la carta magna.