Hija de buena familia, excelente alumna, estrella del baloncesto europeo y directora deportiva del Estrella Roja de Belgrado, miembro de la banda criminal balcánica «Pink Panthers», presa, fugitiva y finalmente escritora y pintora. Todo eso ha sido Olivera Cirkovic, de 49 años y 193 centímetros de altura.
Esta madre de un hijo adulto, que ha pasado varios años de su vida en la cárcel, es ahora una de las estrellas de la actual feria de libro «Interliber» de Zagreb, donde ha presentado su autobiografía «Yo, Pink Panther». «Mi libro es una protesta contra la injusticia y la hipocresía social en el mundo«, cuenta Cirkovic en declaraciones al EFE.
El caldo de cultivo que la llevó a la delincuencia fue la desintegración de Yugoslavia en los años 1990. Entonces en ciertos círculos de Belgrado había gente que ganaba mucho dinero fácil y rápido con actividades ilegales, como el contrabando o la compraventa de bienes robados.Cortesíainfobae