El director de una escuela en Sukabumi, Indonesia, obligó a alumnos de 8 años a fumar como castigo. Tati Maelati pilló infraganti a los chicos mientras fumaban cigarros a escondidas.
Fue entonces cuando decidió hacerles fumar más como técnica disuasiva de castigo. Les obligó a terminar un paquete de tabaco con el objetivo de que se sintieran enfermos y así se dieran cuenta de lo nocivo que es fumar.
Los alineó y les grabó con su celular mientras los alumnos ingerían el humo de los cigarros.
A pesar de tratarse de un castigo, los niños sonreían durante la grabación como si disfrutaran del mismo. La medida fue duramente criticada por los padres, quienes quieren cambiar a sus hijos de colegio e incluso hablaron con el gobierno local para sancionar al director.