Punto de las seis de la mañana un equipo dispuesto a ayudar con las pilas recargadas y gracias a la noble colaboración de Bladimir Alvarado quien nos prestó su camión para poder trasladar colchonetas, agua, alimento y ropa hasta la zona de afectación por las lluvias de la zona sur del país desde las instalaciones de HCH se comenzó a canalizar a ayuda que el pueblo hondureño destino para nuestros hermanos sureños.
La tristeza reflejada en la mirada de los más inocentes, la sonrisa acompañada de la angustia de un futuro incierto, arranca lágrimas y conmueve al más duro de corazón, esta es la cara de la Honduras de hoy.
En la zona sur del país después del devastador paso de una tormenta que dejo devastación a su paso, cientos de familias albergadas en centros educativos guardan la esperanza de tener una mano amiga que les impulse a salir de la tenebrosa vida que les espera ; al estar los cultivos bajo cúmulos de arena, agua y lodo.
En la comunidad de playa grande agua fría Nacaome, valle están refugiados familias completas en el centro educativo tres de octubre, las inundaciones han dejado desastre a su paso. Pero hay falencia que no ha podido ser suplidas entre ellas la construcción de un pozo de agua dulce desde hace cinco años la promesa llegó más no el proyecto.
Llegando al sector de devastación las ayudas que con amor los capitalinos donaron y fueron canalizados por HCH comenzaron a ser descargadas donde se verán beneficiadas más de 220 familias que quedaron de brazos cruzados al perder por las torrenciales lluvias e inundaciones sus pertenencias.
Luego de elevar una oración la población decidió que Las ayudas serán repartidas por los mismos vecinos de las zonas afectadas.
La devastación es notoria, los cultivos perdidos en su totalidad deja saber que la inversión será millonaria para levantar la productividad de las comunidades sureñas. M.A