El martes 11 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de un episodio que marcó un punto de inflexión para la geopolítica mundial.
A esta altura, es claro que las imágenes del impacto del vuelo 175 de United Airlines contra la Torre Sur del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001 son parte de esos raros acontecimientos globales, eventos en los cuales todo el planeta es testigo.
El impacto, que se produjo a las 9:03 de la mañana hora Este de EE.UU., sucedió apenas 17 minutos después de la colisión del vuelo 11 de American Airlines, que se estrelló contra la Torre Norte a las 8.46. En ese época, los celulares no contaban con el arsenal de herramientas tecnológicas actuales, y hay poquísimos registros del choque de ese primer avión.
El segundo impacto en cambio fue calculado para que todas estuviesen pendientes de lo que estaba sucediendo. La televisión había focalizado su atención en la torre en llamas, y todas las grandes cadenas estaban transmitiendo lo que pasaba en ese momento en Manhattan. Desde el horror y el estupor hasta el pánico y la incredulidad, es imposible determinar el rango de emociones que habrán atravesado a los millones de personas que vieron el primer ataque terrorista en vivo de la historia.
Un plan deliberado y meticuloso
A días de que se cumplan 17 años de los ataques, a los cuales hay que sumarles el impacto del vuelo 77 de American Airlines contra el Pentágono, y el vuelo 93 de United Airlines, que se estrelló en un descampado en Pensilvania, se conocen muchos detalles acerca de cómo fue el plan que le infligió el ataque más brutal a Estados Unidos en su propio territorio, solo comparable con el de Pearl Harbor, ocurrido el 7 de diciembre de 1941.
Numerosos bomberos murieron en las horas y días posteriores a los ataques, tratando de rescatar sobrevivientes. / AP