Emile Cilliers parecía el marido perfecto: era un militar honorable, un excelente atleta, y un padre de familia decente. Pero tenía una oscura doble vida: maltrataba a su esposa, Victoria; la engañaba con al menos dos mujeres más y con prostitutas; y estaba fuertemente endeudado por fiestas, carros y ropa cara.
Quiso iniciar una nueva vida, y dio su último paso hacia el abismo: intentó asesinar a su esposa para cobrar un seguro de vida de 160.000 dólares.
El 30 de marzo de 2015 intentó provocar una explosión de gas en su casa en Amesbury (Reino Unido), según informa el diario británico The Guardian. Ella debía morir en el estallido mientras él estaba trabajando. Pero falló. Victoria le escribió entonces un mensaje al celular: “¿Estás tratando de matarme?”.
Emile, de 38 años, se lo tomó a broma, y decidió invitarla a tirarse en paracaídas el fin de semana siguiente. Victoria, de 42, también era militar e instructora, y se había lanzado ya en más de 2.600 ocasiones. Llevaba haciéndolo desde los 16 años, y le encantaba. Su marido practicaba el esquí y la escalada, entre otros deportes. Se habían casado en Suráfrica en 2011. Él pagó la boda precisamente empacando paracaídas. La pareja tenía dos hijos.
Victoria se lanzó desde 4.000 pies de altura. “Ella creyó que iba a un lanzamiento rutinario en paracaídas”, explicó el fiscal Ian Harris durante el juicio. “Para su horror, el paracaídas principal y el secundario fallaron”, añadió Harris.
“No sabía cómo frenar”, explicó Victoria, “cada vez iba más y más rápido. La velocidad era increíble. Lo último que recuerdo es intentar controlarlo un poco, luego todo se volvió oscuro”.
“Sobrevivió milagrosamente”, explicó el fiscal, porque cayó sobre terreno blando. Se rompió varios huesos. “Luego descubrió”, añadió, “que sus peores temores sobre su marido se confirmaban”.
Emile ha sido declarado culpable de intento de asesinato este jueves por un jurado británico y ahora aguarda sentencia.